jueves, 24 de febrero de 2011

Saludos a todos hace ya algún tiempo que leí El Nombre del Viento pero hasta ahora no me había animado a hacer, y no es que fuese por pereza es que simplemente no me veía preparado para hacer una crítica a la altura de esta novela, El Nombre del Viento, primera parte de la trilogía "Crónica del Asesino de Reyes".






Sipnosis:


"He robado princesas a reyes agónicos.
Incendié la ciudad de Trebon.
He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo.
Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar.
He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día.
He hablado con dioses, he amado a mujeres y escrito canciones que hacen llorar a los bardos.
Me llamo Kvothe.
Quizás hayas oído hablar de mi."





El Book-trailer:




Kvothe es un personaje legendario, el héroe y el villano de miles de historias que corren entre la gente. Todos le dan por muerto, cuando en realidad vive con un nombre falso en una posada apartada y humilde, de la que es propietario. Nadie sabe ahora quién es. Hasta que una noche un viajero, llamado el Cronista, le reconoce y le suplica que le revele su historia, la verdadera, a lo que finalmente Kvothe accede. Pero habrá mucho que contar, le llevará tres días. Este es el primero…





Cuando leí esta novela yo me encontraba en un período de escasez literaria, había acabado todas las sagas o libros pendientes o todavía faltaba tiempo para que se estrenasen algunos libros que estaba esperando, El Nombre del Viento fue mi oasis. No os voy ha mentir al principio desconfié y mucho,es un libro con mucha publicidad, y ya sabéis lo que dicen "Muchos ruido y pocas nueces" aunque por esta vez el refranero se equivoco. Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto leyendo una novela y sobretodo hacía muchísimo mas tiempo que no leía una novela también escrita (un aplauso para la traductora que se lo a currado) la musicalidad y la belleza de las palabras solo se me ocurre compararla con las del maestro: Las de Tolkien. El autor, Patrick Rothfuss, tardo en escribirla 14 años y eso se nota en el esfuerzo y calidad que destila la obra (y eso que El Nombre del Viento es su primera novela no me quiero ni imaginar lo que este autor nos deparara en el futuro) pero sobretodo se nota que Patrick Rothfuss es un enamorado de la lectura, mas concretamente de la literatura fantástica. La obra gira totalmente alrededor de su misterioso y carismático protagonista, Kvothe, y ese es uno de sus puntos fuertes, el protagonista es uno de los mas carismáticos del género (donde últimamente no abunda mucho el carisma) tanto es así que puede llegar a eclipsar al resto de personajes secundarios aunque en este caso Kvothe está tan bien realizado que se le perdona. La novela toques de muchas otras obras, desde Oliver Twist hasta Harry Potter pasando por El Señor de los Anillos, y aquí es donde la novela podría haber flanqueado pero por suerte no es el caso el autor maneja perfectamente estas "influencias" y consigue dotar una personalidad única a su obra. Una gran obra donde el misterio, la aventura, la magia, la amistad, el amor, la pasión por la lectura se dan la mano y se fusionan en una obra maravillosa.
Libros como este me recuerdan porque me gusta tanto la lectura. Una novela muy recomendable tanto a lectores del género fantástico como a los de cualquier otro,una de esos libros que ademas te aleccionan sobre la vida, la amistad y el amor en definitiva una novela de las que merece la pena.









Críticas especializadas:


«Si hubiera visto El nombre del viento en cualquier librería, no le habría dedicado ni un segundo: su formato aparente, el de “fantasía épica”, sencillamente hace tiempo que me agotó. Pero… cuando llevaba apenas 10 páginas leídas, me di cuenta de que estaba delante de algo diferente. Cuando llevaba 300 me acordé de la razón por la que leo tantos libros: en parte por placer, pero fundamentalmente leo tanto para encontrar libros como éste. Cuando llevaba 500 páginas, a pesar de que había consumido la historia de Kvothe a una velocidad endiablada, empecé a reducir el ritmo de lectura: he ido paladeando las últimas páginas de El nombre del viento de la misma forma que los enólogos calibran un caldo único. Soy doblemente sincero: nunca te arrepentirás de leer El nombre del viento.»

«Los libros con campaña marketinera exhaustiva detrás me dan pánico y a veces me producen urticaria. Sin embargo me alegro mucho de que El nombre del viento se cruzara en mi camino. Desde que empecé la cuarta página que ya no podía soltarlo. Ha hecho que maldiga tener que entrar en la oficina, me ha acompañado al sol en el parque interior de la Illa, y me faltaba rato para dedicarle.»